miércoles, 12 de mayo de 2010

Los eBooks, libros del futuro Parte II

Estamos muy cerca de una época en que empezaremos a polemizar más sobre el formato en que se nos brinda la información, que sobre la información en si misma... y ya era hora de que esto ocurriera.

El concepto de libro está empezando a cambiar, digo más, ya el libro electrónico está cambiando. Actualmente, el eBook ofrece un texto plano, ilustraciones y materiales agregados, como referencias, guías de lectura y diccionarios.
Antes de llegar a un ente simulador a base de sensores, que se me antoja una especie de preámbulo a The Matrix, hablemos de un elibro organizado a imagen y semejanza de los procesos de nuestro pensamiento y gestión de nuestra memoria: imagínense un elibro con enlaces a páginas web o a vídeos que soporten o amplíen el texto. Imaginen que cada eBook temático tenga no solo un diccionario, sino también una enciclopedia adosada, que las lecturas de Joyce y Carpentier no fueran ya solo exclusivas a personas con un bagaje intelectual elevado, sino para todos. Que las intertextualidades: las referencias artísticas, culturales, literarias, científicas, antropológicas, históricas, o de cualquier tipo, estén solo a un link de distancia eliminando “de un enlace” el pequeño diapasón de la literatura elitista, haciéndola más asequible a todos, cosa que en su fuero interno, estos escritores siempre quisieron.
Imagínense más: pensemos en la posibilidad de un libro que se renueve continuamente, de una suerte de entidad “en vivo” que pueda nutrirse, mediante un ingenio inteligente, de materias afines a su contenido y renovarse y ampliarse. Un libro que relacione su contenido con el mundo real en una suerte de retroalimentación bibliográfica perpetua.
Entonces imagine que esa retroalimentación constante cree una dimensión o performance interactivo asociado al eBook: que la entidad que lo produce (Editorial) desarrolle eventos relacionados en tiempo real con lo que acontece en la lectura.
Dos ejemplos:
Primero: que en cada página del libro que usted lee pueda ver una representación del ambiente en el que está transcurriendo la trama (si así lo desea). Por ejemplo, si la escena ocurre en un cuarto donde los personajes escuchan música y toma una copa de vino mientras miran una película, usted podría escuchar esa música que ellos oyen, ver la marca de vino que toman (y donde adquirirla), ver la película que están viendo (o alquilarla)… les dejo más ejemplos a su imaginación. Así mismo pudiera usted visitar una galería de arte en Praga, el desierto del Sahara o el barrio rosa de Ámsterdam. De ahí a conectarse a una red virtual donde usted se transforma de pronto en el protagonista en un juego de rol hay solamente un clic. Las fuentes de estos videos, fotografías, canciones o versiones de películas serían actualizadas “en vivo” en una base de datos: usando “fuentes reales de life-Webcams en Ámsterdam, fotos de la exposición corriente de tal galería de arte en Praga , imágenes del último documental realizado en el desierto del Sahara…

Segundo: imagine que se lanzó una novela que todos esperan y que le digan que en un período de 3 meses, la editorial ofrecerá una experiencia “libro en vivo” cuya trama transcurre en cada ciudad en que se hace el lanzamiento. Una de las experiencias que ofrece es la siguiente: el cualquier capítulo que esté leyendo, el personaje va a una obra de teatro, o va a una exposición de pintura, o a una muestra de cortos cinematográficos o a cualquier evento que pueda ser organizado efectivamente en la ciudad. Imagine que la Editorial del eBook, organizó un performance de tal magnitud que todos los eventos a los que asiste el personaje en la trama puedan ser visitados por el lector. Conciertos, obras de teatro, películas, masajes, lugares históricos, museos, etc. Y colarse en el traje y la piel de los personajes. A esto lo llamaríamos una especie de experiencia 4D. Los creadores (ojo, que no digo solo escritores, esta forma de arte también podrá ser igualmente desarrollada por pintores, escultores, científicos, cineastas...representantes de todas las artes y ciencias) del futuro seguirán creando, lo que cambiará será el producto, la forma de que esas historias llegarán a su estado final, donde avizoro más una suerte de colaboración multimedia entre todas las artes y las ciencias en perfecta armonía con las armas tecnológicas y artísticas en las manos de sus creadores.
La experiencia multidimensional, esa intertextualidad artística como vía de expresión es el futuro, no solo de la literatura, o del arte, sino de toda manifestación creadora del hombre. Simplemente porque el formato en que nuestra mente aprehende el mundo se parece más a un performance multilateral que a una hoja impresa.

1 comentario:

  1. En la actualidad ya se ven algunas formas de expresiones parecidas, sobre todo en juegos electrónicos o aplicaciones, donde se invita al usuario a participar en experiencias interactivas, según la ciudad o el momento en que se encuentre el usuario.
    LLevarlo a un libro suena interesante, al mismo tiempo que sería tan dinámico que pudiera ser que libro ya perdiera sentido como libro.. cual es el limite entre libro y aplicacion en este caso ??..

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